Johannes Zukertort: la obsesión por llegar a la cima

Por Horacio Olivera

Polaco de origen, Johannes Zukertort fue médico de profesión. Pero además fue un hombre de enciclopédicos conocimientos y variadas habilidades, lo que incluyó una licenciatura en química, otra en psicología y el dominio de al menos nueve idiomas. También se destacó como esgrimista y tirador avezado y sirvió con honores en el ejército prusiano. En tanto ajedrecista de nota, Zukertort decía recordar las movidas de todas sus partidas, además de muchas otras pruebas de su memoria privilegiada.

Sin embargo, tal abundancia de atributos en una sola persona, ha hecho que, con el correr de los años muchas de sus pretendidas destrezas, sobre todo aquellas que adolecen de certidumbres documentales que las avalen, fueran puestas en duda por los historiadores.

Johannes Zukertort

Como fuere, de lo que efectivamente no caben dudas es de las condiciones ajedrecísticas de Zukertort, avaladas por sus resultados deportivos y, desde luego, por la colección de sus partidas más notables. Y, en fin, fue el ajedrez aquello que lo hizo conocido y le dio fama y prestigio.

Nacido en Polonia en 1842 y emigrado a temprana edad hacia Alemania, el joven Johannes se instaló con sus padres en la ciudad de Breslau (Nota del editor: actual Wroclaw en Polonia), en donde trabó amistad con el ajedrecista alemán Adolf Anderssen, considerado durante años como el mejor jugador del mundo. Bajo la tutela de Anderssen, el muchacho asimiló los conceptos del ajedrez romántico, estilo que imperaba por esos tiempos, y después de haber jugado muchísimas partidas, con el natural aprendizaje que la práctica enfrentando a un jugador muy superior conlleva, en 1871 por fin logró derrotar a su maestro en un match. Ello le dio la oportunidad de ser aceptado como participante en importantes torneos, donde si bien sus resultados no fueron espectaculares (pues pagaba en muchas ocasiones el precio de su inexperiencia en certámenes), llamaba la atención su constante progreso. En esos tiempos, Zukertort ya demostraba una singular habilidad en jugar “partidas simultáneas” y “simultáneas a la ciega”, como así también algunos juegos de torneo verdaderamente brillantes, lo que reveló a los entendidos que se encontraban frente a un jugador de gran potencial.

En 1872 y luego de alcanzar el tercer lugar en el fortísimo Torneo de Londres, Zukertort, quien tenía un alto concepto de sí mismo, desafió a un encuentro individual a Steinitz, que había ganado el torneo y ya era considerado como Campeón del Mundo no oficial. El austríaco aceptó e impuso su mucha mayor experiencia y calidad de juego, derrotándolo sin atenuantes por 9 a 3.

No obstante el traspié, Johannes incrementó desde ese momento su participación en torneos y matches, con el firme propósito de volver a tener la oportunidad de enfrentar Steinitz. Comenzó así a transitar la plenitud de su vida ajedrecística, jalonada de excelentes actuaciones que lo llevaron a ser respetado mundialmente, tanto por sus ubicaciones de privilegio en las competencias como por la brillantez de su juego, tan influido por la escuela romántica de ajedrez.De los varios certámenes en que se impuso, sobresale el de Londres 1883, cuando ya había adoptado la ciudadanía inglesa, y que ganó nada menos que con tres puntos de ventaja sobre su archirrival Wilhelm Steinitz, dejando en el camino entre otros a Blackburne, Chigorin y Maróczy, figuras insignes de la época.

Zukertort se “autoproclamó” Campeón Mundial después de este extraordinario logro y comenzó una larga polémica con Steinitz, quien sostenía que no había perdido su título y que solamente lo pondría en juego mediante la modalidad aceptada en la época, es decir un match individual. Así que, en cuanto se pudo reunir el dinero para los premios, estuvo todo dispuesto para dirimir fuerzas entre ambos rivales y terminar la disputa frente a frente en el tablero.

Pero lo que muchos no sabían, era que la salud de Zukertort se encontraba muy resentida después del Torneo de Londres en 1883; incluso los médicos le habían recomendado retirarse de la práctica activa del juego, debido a que el esfuerzo había alterado sensiblemente su sistema nervioso.

Pero Johannes Zukertort tenía un objetivo claro y afrontó con determinación y valentía el match, que se jugó en Estados Unidos, en las ciudades de New York, Saint Louis y New Orleans, de enero a marzo de 1886. Y si bien dominó la primera parte del  encuentro y llegó a tener cuatro puntos de ventaja, poco a poco su estrella fue declinando, como producto de su deteriorado estado de salud y finalmente Steinitz lo doblegó, triunfando por un claro 12,5 – 7,5. Es de destacar que fue éste el match que proclamó al primer Campeón del Mundo oficial de la historia del ajedrez.

Tras su regreso a Londres luego de la derrota, Zukertort ya no volvió a ser el mismo. Enfermo y deprimido, solo obtuvo resultados discretos y de a poco fue alejándose de las competiciones, hasta dejar completamente el juego al que, bueno es decirlo, efectuó aportes creativos que lo ubican en la galería de los grandes jugadores de todos los tiempos.

Johannes Zukertort falleció en Londres, la ciudad que lo viera en lo más alto de sus logros ajedrecísticos, el 20 de junio de 1888, a los 43 años.

Sobre el autor:
Horacio Olivera es un ajedrecista de Primera Categoría de la Federación Metropolitana de Ajedrez de la República Argentina y socio fundador del club Torre Blanca de la ciudad de Buenos Aires.
Como ajedrecista, fue subcampeón metropolitano juvenil, campeón metropolitano y nacional de los Torneos Evita (1973), finalista de Campeonato Argentino Juvenil (1974) y sub-campeón de las provincias de Chaco y Corrientes (en los años 90).
En su calidad de investigador ha sido colaborador del diario Página 12 y del sitio web Ajedrez 12.
Actualmente, participa del programa radial Frente al Tablero, que se emite desde la Radio Porteña 89.7 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires los viernes a las 20.00, en donde se abordan cuestiones vinculadas al ajedrez con las dimensiones educativa, terapéutica y pedagógica.
Asimismo, ha oficiado en su país de panelista en diferentes Encuentros relacionados con la Historia del Ajedrez.
Horacio Olivera

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