Entrevista de Nico Fiori
Hoy, 18 de febrero de 2024, uno de los editores del sitio, Enrique Arguiñariz, nuestro querido Quique, cumple setenta y dos años de una intensa vida en la que siempre ha sabido evidenciar sus dotes multifacéticas.
Nico Fiori, su amigo personal, y calificado entrevistador, lo conduce en el diálogo realizado hace exactamente un año con su calidad y calidez proverbial, permitiendo el lucimiento de un Enrique que recorre varios episodios destacados de su historia personal, particularmente referidas al campo ajedrecístico.
¿Cómo llegó el ajedrez a su vida? En una historia desopilante, que supo Nico redescubrir, y que de alguna manera es una señal del histrionismo que habrá de caracterizar a Quique, resulta ser que, siendo niño, revolviendo pertenencias en su hogar, se le cae de cierta altura un juego de ajedrez que lo golpea en la cabeza. Podría decirse, siguiendo la lógica humorística del relato (que es enteramente real), que el juego pensante, en su particular caso, ingresó más bien por la parte exterior de la cabeza que por los delicados y complejos mecanismos ubicados a su interior. Una forma bastante original, aunque no por ello nada desdeñable, para conocer un pasatiempo que, con el curso del tiempo, habrá de transformarse en fundante y constitutivo de su propia personalidad.
En el encuentro se hace referencia a sus primeros pasos con los trebejos desde aquel hallazgo a nivel familiar, el que jugará con su madre y otros integrantes de su entorno, y el que más socialmente desarrollará representando a su escuela secundaria.
Luego vendrá su etapa de clubes, con una primera incursión en el Círculo de Villa Martelli, hasta su afincamiento definitivo en su insustituible River Plate, donde comenzará siendo parte de las clases de su primer maestro, el MI Raúl Sanguineti. Mas luego vendrá esa aparición prodigiosa en su vida de Oscar Panno, de quien será alumno, amigo, para terminar siendo su biógrafo, en un vínculo impar, del que habrá de surgir esa obra imperecedera que Arguiñariz tributara sobre el mayor ajedrecista nacido en suelo argentino.
La herencia intelectual de su madre, quien fue periodista, hará que Quique siga sus pasos, en una simiente para esta clase de inquietudes que luego ejercerá, sucesivamente, en la revista Esquiú y en el diario La Nación. Oficio de cronista que será central en su labor escrita y que ahora despliega en AJEDREZ LATITUD SUR en donde permanentemente da muestras de sus trabajos propios o, con su proverbial generosidad, recreando, en su faceta de entrevistador, la historia de tantos jugadores que tienen mucho que decir sobre el milenario juego.
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