Astrología y Destino: Vasili Smyslov

Por Silvia N. Méndez

«Mas sólo cuando un verbo de divinas escalas / roza su fino oído y una música crece, / el alma del poeta de gloria se estremece / y como águila inquieta al aire abre sus alas. / Se aparta receloso del chispeante gentío, / se aburre sin remedio de la vida suntuosa / y ante la flaca orilla de ídolos impíos / él, rebelde, no inclina su cabeza orgullosa”. (El poeta, Pushkin, 1827).

Seguir leyendo

Vasili Smyslov, un perfeccionista de la escuela soviética de ajedrez

Por Sergio Negri

«Mas sólo cuando un verbo de divinas escalas / roza su fino oído y una música crece, / el alma del poeta de gloria se estremece / y como águila inquieta al aire abre sus alas. / Se aparta receloso del chispeante gentío, / se aburre sin remedio de la vida suntuosa / y ante la flaca orilla de ídolos impíos / él, rebelde, no inclina su cabeza orgullosa”.

El poeta, Pushkin, 1827

Tuve el placer y el honor de conocer personalmente a Vasili Vasilievich Smyslov (en ruso: Васи́лий Васильевич Смысло́в) en diciembre de 1978 cuando tuve la fortuna de ser uno de quienes lo enfrentó en una sesión de simultáneas que dio el maestro en el club San Lorenzo de Almagro de la capital argentina. Ese episodio fue relatado por el periodista Pablo Calvo, con su magistral pluma, de esta manera:[1]

Cuando el ruso Vasili Smyslov se consagró campeón mundial de ajedrez, en 1957, la Unión Soviética lanzaba el primer satélite artificial de la historia, el Sputnik I. Se iniciaba la fantástica era espacial, una muestra de poderío científico de alcance infinito…

Fue entre aquella época de máximo esplendor y su enfrentamiento con Kaspárov por otro título del mundo[2] que Smyslov, uno de los jugadores soviéticos más grandes de todos los tiempos, recaló en Boedo.[3]

Cuando Vasili Smyslov y Sergio Negri se dieron la mano,[4] las fuerzas dispares encontraron un equilibrio. Era el momento cero de la disputa, en medio de un maremoto de expectativa y ansiedad. (…)

Seguir leyendo

El caso Selimanov

Por Antonio Gude

Nota de ALS:
Vladímir Selimanov, nacido el 21 de febrero de 1939, fue representante de la URSS en el mundial juvenil de Toronto de 1957, en el que obtuvo una brillante victoria el norteamericano William Lombardy, quien se impuso ante el soviético en la primera rueda. El perdedor, será cuarto en la ocasión, una decepción para una nación que había visto a Boris Spaski ganar en prueba similar en la anterior edición.
Por ese fracaso deportivo, o más probablemente por la decepción al no poder salir del país para ver a una muchacha canadiense de la que en aquella ocasión se había enamorado, poco después se suicida, lo que acontece exactamente el 15 de noviembre de 1960.
Esta triste historia tuvo como protagonista a alguien que era el único hijo adoptivo del gran Vasili Smyslov, quien estaba casado con la madre de Vladímir, cuyo esposo había muerto en una de las clásicas purgas del represivo régimen de Stalin. Mucho dolor rodeando el tablero.
La nota de Antonio Gude, publicada en su blog el 23 de diciembre de 2015, nos habla del malogrado joven ajedrecista soviético. El enlace original está en  https://antoniogude.com/el-caso-selimanov/.

Seguir leyendo