Valeri Sálov alguien que el ajedrez perdió (por retiro del jugador) demasiado tempranamente (en el día del cumpleaños del maestro)

Por Juan Morgado y Sergio Negri

SEMBLANZA DE VALERI SÁLOV (Por Sergio Negri)

El jugador ruso Valeri Sálov fue una estrella que brilló en el firmamento ajedrecístico mundial mas, lamentablemente, se apagó tempranamente tras alcanzar altas cumbres. Cuesta hablar en pasado de alguien que, si las cosas se hubieran dado en términos diferentes, debería seguir estando vigente.

Sálov nació el 26 de mayo de 1964 en la hermosa ciudad polaca de Wroclaw, la antigua Breslau, esa en donde vieron a la luz dos notables (entre otros): Adolf Anderssen y Siegbert Tarrasch. Mas rápidamente asumirá la nacionalidad rusa aunque, actualmente, y desde hace un buen tiempo, vive en España.

Se graduó en Economía Política en la prestigiosa Universidad de la entonces Leningrado (la actual y eterna San Petersburgo) con título de politólogo.

El ajedrez llegó a s vida a los ocho años de edad y, gracias al entrenamiento de sus profesores y la dedicación personal, habrá de progresar rápidamente coronándose campeón del mundo sub 17en 1980 en Le Havre (Francia), es decir al año siguiente en que ese título (aunque en rigor en ese caso era sub 16) lo obtuviera el argentino Marcelo Tempone. En esa oportunidad el podio fue completado por el israelí (nacido en los EE. UU.) Alon Greenfeld y el norteamericano Joel Benjamin.

Fue más tarde campeón juvenil de Europa, obteniendo el título de Maestro Internacional en 1984 para, rápidamente, en 1986 convertirse en un joven Gran Maestro.

Un primer resultado consagratorio en mayores se dio cuando comparte el primer lugar en el poderoso campeonato soviético de 1987 disputado en la ciudad de Minsk, aunque pierde el desempate (jugado en Vilna) ante Aleksandr Beliavski al caer derrotado en dos encuentros y empatar otros tantos. Esa vez quedaron por debajo de ambos, entre otros, Artur Yusúpov, Jaan Ehlvest, el histórico Vladímir Tukmakov y el alguna vez campeón del mundo Aleksandr Jálifman.

Al año siguiente el primer lugar será compartido (no se jugaría el consabido desempate) entre los dos mejores jugadores de ese tiempo, Anatoli Kárpov y Gari Kaspárov, en cita que se dará en Moscú. Sálov queda tercero, junto a Yusúpov y, dentro de las luminarias de aquella vez, se observa a Vasili Ivanchuk, Beliavski y al excampeón del mundo Vasili Smyslov.

Valeri Sálov en 1989

En 1988 en la copa del mundo que se realiza en Bruselas, Bélgica, en la que se impone Kárpov, Sálov resulta escolta, en una actuación tan promisoria como espectacular, quedando invicto (cuatro triunfos, doce empates), en prueba en la que estuvieron, entre tantos otros valores, el excampeón del mundo Mijaíl Tal y el campeón sin corona Víktor Korchnói.

En igual prueba, en 1989 en Rotterdam, cuando el que venza sea el neerlandés Jan Timman delante de Kárpov, Sálov empata la quinta colocación con otros tres jugadores en presencia de dieciséis participantes. Y en Skeleeftea, en el mismo marco y año, se imponen en conjunto Kaspárov y Kárpov, siendo Sálov sexto/séptimo en una prueba muy exigente que nucleó a dieciséis figuras, entre ellas Tal y Korchnói.

En esos años de la puja entre las dos grandes K por dirimir la supremacía mundial Sálov estuvo, desde el año 1984, como analista de Kárpov, en los enfrentamientos entre aquellos por la corona mundial. Poco después será el propio Sálov el tercero en discordia. Con todo, paradojalmente no se lo verá representar a la URSS, y a la ulterior Rusia tras la caída del muro de Berlín y la implosión soviética, en competencia olímpica alguna.

Es que, pese a su ausencia en pruebas colectivas, su carrera individual seguía la senda del progreso. En 1991 conquistará, junto al británico Nigel Short, y en condición de invicto, el Torneo de Ámsterdam, por delante precisamente de Kárpov y Kaspárov (y también de esa leyenda viviente que seguía siendo un Korchnói a quien venció contundentemente). Pero en Hoogovens, en que se impone el inglés John Nunn (a quien derrota quitándole el invicto) es sexto, junto a otros dos colegas, a un punto del vencedor y a medio de los escoltas.

Korchnói vs. Sálov, Ámsterdam, 1991, en https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1083505

En esas condiciones, Sálov habrá de formar parte de la élite del ajedrez mundial por mucho tiempo, lo que se reflejará en su ubicación en los respectivos ránquines en los que irá inexorablemente ascendiendo. El cénit en se sentido se dio en el listado que la FIDE proporcionó en el mes de enero de 1995 en el que, con 2.715 puntos, aparece como el quinto jugador del mundo, detrás de Kaspárov, Kárpov, el indio Viswanathan Anand y Vladímir Krámnik, todos alguna vez campeones del mundo.

En el circuito por acceder al título mundial, no habrá de prosperar, pese a sus quilates. En 1988 había sido Timman quien lo frene, con un triunfo para este y cinco empates en la primera instancia de los matches clasificatorios. Previamente, Sálov había compartido el primer lugar con el islandés Jóhann Hjartarson en el Interzonal de Szirak 1987, dejando esa vez atrás al húngaro Lajos Portisch, Nunn, Beliavski, el yugoslavo Liubomir Liuboievic, el sueco Ulf Andersson y tantos otros.

En el Interzonal de Manila de 1990, en el que era uno de los candidatos previos (tenía un ELO de 2.655 puntos), habrá de retirarse tras siete rondas (restaban seis) por enfermedad, cuando tenía la mitad de los puntos posibles.

Tendrá Sálov una nueva y gran oportunidad con posterioridad, mas defeccionará en semifinales. La secuencia fue la siguiente: primero, en el Interzonal de Biel de 1993, queda a solo medio punto del vencedor, el aún bielorruso (futuro israelí) Boris Gelfand (con quien igualó en la jornada de despedida en un torneo que se hizo bajo el sistema suizo a trece rondas), junto a otros siete jugadores, entre ellos Krámnik y por delante, por ejemplo, de Anand. Accede, por lo tanto, a los matches definitorios, dentro del cisma del ajedrez que tenía competencias organizadas por la FIDE (y ese era el caso de la prueba en que estuvo Sálov) y de una Asociación de Profesionales que lideraba alguien con quien siempre había tenido distancias extremas, Kaspárov.

En el primer encuentro Sálov derrota claramente a Jálifman por 5 a 1 (cuatro triunfos, dos empates) en Wijk aan Zee, Países Bajos, 1994.

Jálifman vs. Sálov, Wijk aan Zee, 1994, en https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1074329

A mediados de ese mismo año de 1994, en la ciudad india de Shangi Nagar, da un paso más al derrotar a Timman, tras dos victorias, cinco empates y una caída.

Sálov vs. Timman, Shangi Nagar, 1994, en https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1043694

Mas en cuartos de final será su barrera un encendido jugador tártaro Gata Kamsky que lo derrota cuatro veces, hacen tres tablas y no permite que Sálov prevalezca en ningún juego. Ello fue en 1995 en la ciudad de la India precitada.

En 1997 la FIDE organiza en Groningen, Países Bajos, el campeonato por título en una competencia por eliminación. Sálov participa, pero queda eliminado en forma temprana, siendo su vencedor en segundo ronda (a la que aquel había accedido en forma directa) Vladislav Tkachiev por 3 a 1.

En torneos tuvo algunos resultados resonantes. Uno muy importante fue en Tilburg, Países Bajos 1994 jugado por eliminación (en 1993 había perdido en la segunda llave ante Leonid Yudasin por 1.5 a 0.5), en el que esta vez Sálov llega a la final, y la obtiene al batir a Yevgueni Baréyev por 1.5 a 0.5. Allí el primer clasificado había sido Kárpov quien, sorprendentemente, pierde en semifinales precisamente ante Baréyev. Sálov era el segundo en el escalafón previo ya que, para entonces, ostentaba nada menos que 2.710 puntos ELO. Y en semifinales se desembarazó de Ivanchuk y, en etapas previas, a figuras de la talla del húngaro Lajos Portisch y del armenio Vladímir Akopián. Ese consagratorio 1994 lo ve a Sálov imponerse en el torneo temático (todos los jugadores debían jugar la Defensa Siciliana) en homenaje a Lev Polugayevski realizado en Buenos Aires, del que se hablará más adelante.

Desde 1992 el maestro ruso residía en España, país en el que se alojó en diversas locaciones y en donde sigue residiendo, en donde tendrá muy buenas actuaciones en competencias. Por caso, en Madrid en 1993, en la que se registra un triple empate entre Anand, el búlgaro Veselín Topálov y Krámnik, queda Sálov cuarto a solo medio punto, por delante de Judit Polgár.

Pero, ya de antes, siempre en tierras peninsulares, se había dado su ingreso en el clásico torneo de Linares, con los siguientes resultados a lo largo de los años: en 1990 fue tercero cuando ganó Kaspárov delante del israelí Boris Gelfand (adelantándose a Ivanchuk, Short, Spaski, etc.); en 1991, al prevalecer el ucraniano Ivanchuk delante de Kaspárov, Sálov salió sexto (entre catorce estrellas: Kamsky aparece en última posición, por caso); en 1992 figura en mitad de tabla oportunidad en la que se impone Kaspárov delante de Ivanchuk y Timman (y más atrás Kárpov, Anand y siguen las firmas), y en 1993 vuelve a tener una actuación promedio, al coronarse, una vez más, Kaspárov, anticipándose esta vez a Kárpov y Anand.

Sálov vs. Krámnik, Linares, 1993, en https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1085832

Fue en esa última ocasión en que participó de Linares en donde se dio el episodio de que Sálov no le estrechó la mano a Kaspárov; no participará más de ese torneo, y su carrera se irá de alguna manera opacando por falta de presencia en grandes eventos. A sus querellas históricas con Gary se sumó un diferendo que tuvo con Kárpov en el contexto de las Olimpíadas de Elistá 1998.

Ese año Sálov fundó y presidió una nueva organización de ajedrez: el Consejo Mundial de Jugadores (WPC: World Players’ Council), que no tuvo ni predicamento ni concitaría interés de los ajedrecistas de la élite de la que el ruso seguía formando parte. Y que tomó medidas estrafalarias como sancionar a jugadores y al Presidente de la FIDE con multas y otras medidas, sobre las que no tenía basamento jurídico sustentable alguno.

De 1997 es uno de sus últimos éxitos deportivos, aún representando a Rusia: será en Hoogovens, Países Bajos, en una competencia en la que también intervinieron, por ejemplo, Korchnói, Timman y Short. Al año siguiente, en igual sitio, cuando se impongan Krámnik y Anand terminará entreverado entre los últimos, pero se dará el gusto de derrotar a Kárpov una vez más (lo había hecho antes en dos ocasiones en Buenos Aires 1994 y esta vez se impone nuevamente con toda claridad), Gelfand y Alexéi Shirov.

Sálov vs. Kárpov, Hoogovens, 1998, en https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1069504

En ese 1998 es parte del torneo de Barcelona, su última prueba de significación, en donde su enemigo Kaspárov se alza con la victoria, junto a Ljuboievic, viéndoselo a Sálov tercero, por delante de Korchnói, Short y el alemán Robert Hübner (¡el veterano excampeón del mundo Boris Spaski figuró en la segunda mitad de la tabla de posiciones!).

Sálov vs. Hübner, Barcelona, 1998, en https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1120530

En el 2000, cuando su etapa de progreso aún estaba bien viva, y con la posibilidad de que nos siguiera aportando su magia, se retira de las competencias del ajedrez. En julio de ese año aparece en el ranking de la FIDE en la posición N° 38 (lejos de sus mejores números pero ya en los últimos años sus presencias en torneos de relevancia habían disminuido dramáticamente) con bien elevado puntaje, no obstante, de 2.644 de ponderación.

Sus diferencias con Kaspárov fueron particularmente proverbiales, quejándose amargamente de que fue excluido de grandes competencias internacionales por instancia del ogro de Bakú, lo que en rigor seguramente aconteció cuando rigió la escisión del ajedrez mundial. Quizás, también, ¡quién sabe!, en todo ello hubo un efecto adicional de automarginación y de extrañamiento con un ambiente en el que parece que nunca terminó de hallarse.

A su juicio las grandes K que predominaron en su etapa de personal esplendor en el escenario internacional podían ser amenazadas por su presencia, lo que redundó en actos discriminatorios contra su persona. Las teorías conspiratorias, primero sugeridas, terminaron por contaminar definitivamente su vínculo con un universo del ajedrez que, ya sabemos, no necesariamente es un terreno no plagado de espinas.

Con el tiempo habrá de aguzar las críticas, adhiriendo a teorías que, más allá de que algunos cuestionamientos puntuales pudieran tener algún grado de asidero, vistas en su integralidad y en el contexto habrán de sonar disparatadas. Se quejó del supuesto arreglo de partidas de la élite en forma indiscriminada, en análisis apoyados en conceptos derivados de la Cábala y de la numerología. Se llegó a decir que sugirió que algunos resultados deportivos tuvieron que ver, por ejemplo, con la caída de las Torres Gemelas en Nueva York.

Una entrevista ilustrativa de todo ello puede apreciarse en el siguiente enlace: https://www.chess.com/blog/Spektrowski/the-conspiracies-of-valery-salov-part-1 y https://www.chess.com/blog/Spektrowski/the-conspiracies-of-valery-salov-part-2

En ese estado de cosas, muchos lo comparan con un Bobby Fischer que se había mostrado en su tiempo perseguido (aunque sus quejas a la colusión soviética no dejaron de tener asidero) y que se alejó, como el ruso, de forma abrupta de los circuitos ajedrecísticos mundiales. Una inquietante imagen especular entre alguien que a pesar de sus paranoias fue campeón del mundo y otro que pudo haberlo sido. De hecho Sálov reconoció alguna vez que estudió con fruición las partidas del norteamericano y que su libro Mis mejores partidas lo impresionó grandemente. Pareciera que la influencia no solo se materializó a nivel técnico sino que permeó a algunos de los comportamientos de un ruso quizás demasiado empapado de las ideas del estadounidense.

Una pena que así fuera. Sálov, al seguir aquel algo errático paradigma terminó por aislarse y enajenarse de los circuitos ajedrecísticos, de los que se retiró, como su inspirador, demasiado tempranamente. En esas condiciones nos queda el gusto amargo de que el ajedrez se perdió, tal vez, a un Sálov que no llegó a explotar deportivamente en todo su esplendor. Aunque, a su modo, mientras duró la magia, en épocas en que se pudo apreciar su talento, dejó su huella.

Sálov en una conferencia en el Club Chigorin de San Petersburgo, 2009

SÁLOV EN EL TORNEO LEV POLUGAYEVSKI 60 AÑOS DE BUENOS AIRES 1994 (Por Juan Morgado)

El Torneo denominado “Lev Polugaievsky 60 años” fue el mayor acontecimiento ajedrecístico de la década. El mecenas holandés Joop van Oosterom quería festejarle sus 60 años a Lev Abrámovich Polugaievski, nacido el 20 de noviembre de 1934 en Moguilov, Bielorrusia, mediante un gran torneo temático de la Defensa Siciliana, apertura que siempre fue especialidad del homenajeado. Le preguntó qué ciudad elegiría, y Lev eligió Buenos Aires. ¿Por qué no optó por alguna otra atractiva ciudad europea como París, Londres, Madrid? Pues porque recordó su paso por Buenos Aires en ocasión de su match por las semifinales del Campeonato Mundial de 1980, frente a Viktor Korchnoi, jugado en el Teatro Premier de la Avenida Corrientes. En aquella ocasión, cuando Lev ganaba una partida era llevado en andas por una multitud. ¡Ese recuerdo quedó grabado en el alma de Lev!

Joop no andaba con remilgos cuando organizaba sus torneos de alto nivel, tanto en su país Holanda como en Aruba. Para esta ocasión ofreció hacerse cargo de todos los gastos que ocasionara el evento, además de una suma mayor en premios.

El así como convocó a ocho de los maestros “top”: Kárpov, Sálov, Anand, Kamsky, Ljubojevic, Ivanchuk, Shirov y Judit Polgár. El certamen magistral alcanzó la Catgeoría XVIII de FIDE con 2693 puntos de promedio.

Valery Sálov ganó el torneo con la satisfacción de haber vencido al campeón mundial Kárpov por 2:0, totalizando 9 puntos sobre 14.

Kárpov vs. Sálov, Buenos Aires, 1994, en https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1069128

Sálov vs. Kárpov, Buenos Aires, 1994, en https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1069117 

En la revista Ajedrez de Estilo Nº 257 (2ª quincena de noviembre 1994) se publicó un breve pero sabroso reportaje a Sálov. Entre otras cosas dijo:

  • Tengo la ilusión de poder llegar a ser campeón del mundo
  • El objetivo de Kaspárov es destruir todo
  • En realidad, Kaspárov es flojo frente al tablero
  • Estoy cansado de la política que rodea al ajedrez
  • No existe unidad entre los ajedrecistas: en el ambiente hay demasiado oportunismo

©ALS, 2022

2 respuestas a “Valeri Sálov alguien que el ajedrez perdió (por retiro del jugador) demasiado tempranamente (en el día del cumpleaños del maestro)

  1. Juan Fernandez 26 May, 2022 / 10:46 pm

    Un artículo sorprendente! Sólo conocía de Sálov el Torneo Polugaievsky. Tengo todas las partidas de Clarín. MIP Juan A. Fernández Fornés

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