Por Sergio Negri
En otros trabajos hemos recorrido puntualmente el estrecho vínculo que tuvo el ajedrez con el cine mudo. Una de sus estrellas más notorias, el mítico Rodolfo Valentino (Rodolfo Alfonso Raffaello Pierre Filiberto Guglielmi di Valentina d’Antonguella era su algo desmesurado nombre real), el considerado primer sex-symbol del cine mundial, no estuvo ajeno a que su estampa quedara inmortalizada en derredor de un tablero.
En efecto, en The conquering power, un trabajo de 1921 dirigido por Rex Ingram (1892-1950), uno de los mejores directores de su tiempo, se lo verá al actor participar de una escena junto a otros protagonistas del film. En ella, se lo verá con mirada algo ausente (los conflictos amorosos estaban a la orden del día y no permitían la concentración en el juego), como uno de los adversarios de la partida mostrada en escena.
Valentino había nacido en la localidad italiana de Castellaneta, el 6 de mayo de 1895. Tendrá una impactante trayectoria desde que fuera descubierto en los EE. UU. (aunque nunca adquirirá la carta de ciudadanía norteamericana), donde habrá de morir muy tempranamente, el 23 de agosto de 1926 en la ciudad de Nueva York.
Su latina estampa hizo que, tiempo después, en su estancia norteamericana, se llegara a considerar que el algún tiempo campeón del mundo de ajedrez, el cubano José Raúl Capablanca (1888-1942), quien también cosechaba muchos suspiros a su paso, fuera considerado «El Rodolfo Valentino del ajedrez» (Fuente: Trading with the Enemy: A Yankee Travels Through Castro’s Cuba, Tom Miller, Hachette, Reino Unido, 2008).
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