El ajedrez en «La tierra baldía» de T. S. Eliot

Por Sergio Negri

T. S. (Thomas Stearns) Eliot (1888-1965), nacido en los Estados Unidos de América, aunque luego se trasladó a Inglaterra donde se nacionalizará y desarrollará gran parte de su obra (por la cual recibirá en 1948 el Premio Nobel de Literatura), compuso en 1922 el poema The waste land (La tierra baldía),[1] una obra cosmogónica de profunda influencia, en la que retrata la miseria de la contemporaneidad, redactada en 433 versos, separados en cinco secciones.

En la apertura misma (“Abril es el mes más cruel…”) ya se hace una clara alusión, aunque de sentido inverso, al prólogo general de los Cuentos de Canterbury de Chaucer (ese que comienza diciendo: “Las suaves lluvias de abril han penetrado hasta lo más profundo de la sequía de marzo…”) y, en su segunda parte, entrando en materia, vemos que se la titula precisamente Una partida de ajedrez[2], inspirándose Eliot en otro gran autor inglés, Thomas Middleton, y su Mujeres cuidado con las mujeres.[3] Los tres, desde ya, de grandes contribuciones literarias en cuyos respectivos marcos el ajedrez tuvo un importante acto de presencia.

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